Es realmente común desarrollar callos en los pies; sin embargo, si eres una persona que vive con diabetes, tal vez debas prestarle más atención a esto. La diabetes puede causar múltiples enfermedades de la piel, siendo los callos una de las más importantes debido a las complicaciones que la acompañan.
Afortunadamente, con los cuidados adecuados podrías disminuir este riesgo, por lo que te explicamos todo lo que debes saber acerca de este padecimiento.
¿Qué son los callos en los pies y por qué suelen formarse?
Los callos y las callosidades son capas duras y gruesas de la piel que aparecen cuando esta se engrosa en un intento de protegerse de la fricción o la presión. Por lo general, se forman en pies y dedos (1).
Generalmente en una persona sana no se necesita tratamiento, a menos que cause dolor o un mal aspecto. En ese caso bastará con eliminar la fuente de fricción o presión para que desaparezcan (1).
Signos y síntomas de los callos en los pies
Los principales síntomas son (1):
- Un área de piel gruesa y dura.
- Bulto duro y elevado.
- Sensibilidad y dolor bajo la piel.
- Piel cerosa, seca o escamosa.
Ahora bien, los callos y las callosidades difieren un poco (1):
- Los callos son más pequeños y profundos; además de que tienen un centro duro, rodeado de piel inflamada. También pueden ser dolorosos cuando se ejerce presión sobre ellos, se forman en la punta de los dedos o en el borde externo del dedo pequeño de los pies.
- Las callosidades, por su parte, no son dolorosas normalmente. Asimismo, tienden a formarse en lugares donde se ejerce presión como los talones y la parte interior de la planta de los pies. Pueden tener diferentes formas y tamaños, aunque son más grandes que los callos.
Factores que aumentan el riesgo de presentar callos en los pies
Cualquiera puede desarrollar callos, pero hay ciertas características que predisponen a su aparición. Entre ellas podemos mencionar (1):
- La diabetes mellitus (neuropatía diabética y pie de Charcot).
- Los zapatos ajustados o con tacones pueden comprimir algunas zonas de los pies. Y cuando quedan flojos, los pies se pueden resbalar y se puede crear fricción contra el zapato o las costuras dentro de él.
- Usar calcetines muy ajustados o no usarlos.
- De hecho, hay callos que se forman en áreas que no soportan peso por causas genéticas.
¿Por qué son más comunes en las personas con diabetes?
La diabetes puede provocar daño en los nervios. Esto es lo que se conoce como neuropatía diabética y puede causar dolor o sensación de hormigueo. También puede haber pérdida de la sensibilidad en los pies, por lo que no se sentirá si un zapato está muy ajustado, una piedrita dentro o una rozadura (2).
Por otro lado, reduce el flujo de sangre que llega a los pies, lo que provoca que las lesiones tarden más tiempo en sanar. Asimismo, son muy comunes las deformaciones en los pies, como el pie de Charcot, ocasionando hinchazón y predisponiendo a rozaduras y al desarrollo de callos en los pies (2,3).
¿Cuáles son las posibles complicaciones?
Acude a tu médico si presentas costras de sangre debajo de los callos en los pies. Con frecuencia puede ser la primera señal de una lesión si hay cambios en el tamaño, el color o callo de nueva aparición. Esto, a su vez, puede desencadenar las siguientes complicaciones (2,4):
- Úlcera del pie diabético.
- Gangrena.
- Amputación.
- Osteomielitis.
¿Cómo prevenir los callos en los pies si tienes diabetes?
Las personas que viven con diabetes deberían tener un especial cuidado de la piel, sobre todo la de los pies. Además de los cuidados generales para controlar el azúcar, debes de poner en práctica las siguientes recomendaciones (2,4):
- Revísate los pies; es decir, observa si tienes callos cuando te pones o te quitas las medias y los zapatos. Si se te dificulta esto, usa un espejo para revisar la planta de los pies o pide ayuda a un familiar.
- No te laves los pies con agua caliente; siempre comprueba la temperatura con las manos.
- Sécate los pies y entre los dedos.
- Pon una capa fina de loción en las plantas y el dorso.
- No apliques loción entre los dedos para evitar infecciones como la micosis.
- Cada vez que te coloques los zapatos, revisa que el interior sea suave y la suela esté en buen estado.
- No camines descalzo.
- Usa zapatos que te queden bien y protejan tus pies.
- Si tienes deformaciones, consulta a tu médico por calzado o plantillas especiales.
- Consulta a tu médico si es conveniente en tu caso limar las callosidades. Eso sí: nunca las cortes.
- El uso de los productos de venta libre para los callos siempre debe ser bajo prescripción médica.
- Pide a tu médico de cabecera que revise tus pies en cada consulta.
- Visita un podólogo mínimo una vez al año.
- Pon los pies en alto cuando estés sentado y realiza movimientos con ellos unos cuantos minutos al día.
Ahora ya conoces la importancia de prevenir los callos en los pies y sus complicaciones. Así que ya sabes: sigue las recomendaciones que te damos para así asegurar una buena calidad de vida.
Referencias
- Personal de Mayo Clinic. Callos y callosidades [Internet]. Mayo Clinic; 2022. Disponible en: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/corns-and-calluses/symptoms-causes/syc-20355946#:~:text=Los%20callos%20y%20las%20callosidades
- La diabetes y los problemas de los pies [Internet]. 2017. Disponible en: https://www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-salud/diabetes/informacion-general/prevenir-problemas/pies-piel
- Tome control de su diabetes: pies sanos [Internet]. 2022. Disponible en: https://www.cdc.gov/diabetes/spanish/resources/factsheets/diabetes-and-healthy-feet.html
- Cuidado de los pies en caso de diabetes: MedlinePlus enciclopedia médica [Internet]. 2022. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000081.htm#:~:text=La%20mayor%C3%ADa%20de%20las%20personas