La diabetes mal controlada puede traer serias complicaciones a quienes la sufren. Una de ellas es la disfunción del sistema nervioso, que causa dolor crónico en los pacientes (1).
El dolor varía según el daño que haya en el sistema nervioso. Para algunas personas es leve y tolerable; para otras, intenso e incapacitante. Manejar el dolor crónico en la diabetes es crucial para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Por eso, analizaremos las claves para su diagnóstico y tratamiento.
¿Qué causa el dolor crónico en la diabetes y cuáles son sus tipos?
La principal causa del dolor crónico en la diabetes es la neuropatía o polineuropatía. Esta se produce por un daño directo de la fibra nerviosa periférica por causa de los altos niveles de glucosa en sangre. La neuropatía se clasifica en (1):
- Periférica: existe alteración de la sensibilidad de piernas y pies.
- Autonómica: hay problemas con la función sexual, la vejiga y los intestinos.
- Proximal: el dolor y la debilidad aparecen en la cadera, los glúteos y los muslos.
- Mononeuropatía: afecta un área pequeña, como un ojo o una mano.
Sin embargo, el dolor también puede tener un origen músculo esquelético. Los pacientes con diabetes tienen un mayor riesgo de sufrir dolor lumbar, problemas reumáticos, prolapso de discos vertebrales o tenosinovitis. Esto se explica por la baja movilidad de las articulaciones y una alteración en la estructura y formación del colágeno (2).
Tratamiento médico del dolor crónico
Lo primordial a la hora de aliviar el dolor crónico es evitar la automedicación, ya que muchos fármacos antiinflamatorios y analgésicos pueden causar efectos secundarios contraproducentes. En este sentido, el especialista debe evaluar la condición de cada paciente antes de iniciar un tratamiento.
La terapia del dolor debe iniciar con el buen control de la diabetes. Esto se debe a que los altos niveles de azúcar en sangre, así como los niveles superiores a 8 % de hemoglobina glicosilada (HbA1c), aumentan el riesgo de sufrir neuropatía diabética y dolor (2).
Asimismo, el mal control de la diabetes, sumado a la neuropatía, aumenta el riesgo de aparición del pie diabético (2). Un especialista en medicina interna o endocrinología puede ayudar al paciente con el tratamiento de la diabetes.
Fármacos
Dentro de los fármacos de primera línea se encuentran los antidepresivos, como la amitriptilina, la imipramina, la duloxetina y la venlafaxina. Además de los anticonvulsivantes, como la gabapentina o la pregabalina (3).
Si estos no ejercen el efecto analgésico deseado se procede con los opioides. Tal es el caso del tramadol y la codeína. Lo usual es que se combinen varios tipos de medicamentos para conseguir el alivio del dolor crónico (3).
Los antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno, diclofenaco o ketoprofeno) se prefieren para el tratamiento a corto plazo, ya que no suelen ser suficientes para atenuar el dolor. Asimismo, el uso habitual de estos medicamentos puede (3):
- Aumentar el riesgo de hemorragias gastrointestinales.
- Empeorar el daño renal en pacientes que lo sufren.
Todo estos son considerados fármacos de tratamiento sintomático, que buscan reducir el dolor crónico. Pero también existen algunas terapias cuyo objetivo es reducir, mejorar o prevenir el daño de las fibras nerviosas. Por ejemplo (3):
- Ácido alfa lipoico: es un agente antioxidante que reduce y previene el daño nervioso producto de la acción de radicales libres.
- Benfotiamina: se trata de un análogo de la vitamina B que ayuda a prevenir el daño de los vasos sanguíneos.
- Inhibidores de la aldosa reductasa: estos medicamentos contribuyen en el control de la glicemia y, por ende, en el avance de la polineuropatía.
Terapia psicológica
La neuropatía diabética, y como consecuencia el dolor crónico, puede provocar trastornos del sueño y ansiedad (3). Por eso se recomienda que los pacientes que la sufren tengan el apoyo de un especialista en psiquiatría o psicología.
El dolor crónico es una complicación frecuente de la diabetes que puede mermar la calidad de vida de los pacientes. Por eso, es esencial conocer cómo aliviar el dolor con antidepresivos, anticonvulsivantes u opioides.
Eso sí, nunca olvide complementar el tratamiento sintomático con un buen control de la diabetes. Esto se debe a que los altos niveles de azúcar en sangre pueden favorecer el avance de la neuropatía.
Referencia:
- Mayo Clinic. Neuropatía diabética [Internet]. Estados Unidos: mayoclinic.org; 2020. Disponible en: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/diabetic-neuropathy/symptoms-causes/syc-20371580#:~:text=La%20neuropat%C3%ADa%20diab%C3%A9tica%20es%20un,las%20piernas%20y%20los%20pies.
- Aldossari KK, Shubair MM, Al-Zahrani J, Alduraywish AA, AlAhmary K, Bahkali S, Aloudah SM, Almustanyir S, Al-Rizqi L, El-Zahaby SA, Toivola P, El-Metwally A. Association between Chronic Pain and Diabetes/Prediabetes: A Population-Based Cross-Sectional Survey in Saudi Arabia. Pain Res Manag [Internet]. 2020; vol. 2020: 6. Disponible en: https://doi.org/10.1155/2020/8239474
- Javed S, Petropoulos IN, Alam U, Malik RA. Tratamiento de la neuropatía diabética dolorosa. Avances terapéuticos en enfermedades crónicas [Internet]. 2015; 6 (1), 15-28. Disponible en: https://doi.org/10.1177/2040622314552071