Se trata de una afección caracterizada por la obstrucción o el daño de los vasos sanguíneos de las extremidades. Las personas con diabetes mellitus tienen mayores posibilidades de desarrollar esta patología; por lo que es importante mantener hábitos saludables, entre estos: una alimentación balanceada y actividad física regular.
El Sistema Cardiovascular —conformado por la sangre, el corazón y los vasos sanguíneos— tiene la función de transportar nutrientes, vitaminas y gases como el oxígeno hasta los tejidos corporales, necesarios para el funcionamiento adecuado del organismo en su totalidad.
La enfermedad vascular periférica (EVP) —cuyos principales signos y sintomas son los coágulos sanguíneos, la inflamación, el estrechamiento y la obstrucción de los vasos sanguíneos— puede estar antecedida por otra afección que aparece cuando se da la acumulación de grasas y colesterol en las paredes de las arterias del corazón, el cerebro, los brazos o las piernas, lo que se denomina aterosclerosis.
Por lo general, en la aterosclerosis no suelen presentarse síntomas hasta que, por ejemplo, dicha acumulación de placa (una sustancia cérea) en las arterias periféricas de la región inferior del cuerpo es lo suficientemente grande como para obstruir la irrigación sanguínea, produciendo dolor y calambres en las piernas (claudicación intermitente).
¿Qué es la enfermedad arterial periférica?
Existen tres tipos principales de vasos sanguíneos que son: venas, capilares y arterias. Las venas se encargan de llevar de regreso al corazón la sangre que ha circulado por todo el cuerpo; los capilares son vasos sanguíneos muy pequeños que permiten el intercambio de gases (oxígeno y dióxido de carbono), agua, nutrientes y productos de desecho entre la sangre y todos los sistemas del cuerpo; y las arterias son las que transportan la sangre rica en oxígeno desde el corazón al resto del organismo.
Según el Instituto del Corazón de Texas, cuando la enfermedad vascular periférica afecta solo a las arterias se denomina enfermedad arterial periférica (EAP), la cual se produce cuando las arterias de los pies y las piernas se estrechan o se bloquean ante la acumulación excesiva de grasa. Debido a esto, disminuye el flujo de sangre hacia las extremidades inferiores y los músculos dejan de recibir el oxígeno suficiente para su normal funcionamiento; ello deriva en afecciones de circulación que pueden generar dolor.
Relación entre diabetes y enfermedad vascular periférica
Aunque, en promedio, una tercera parte de las personas con diabetes mellitus que superan los cincuenta años de edad presentan la enfermedad vascular periférica, la mayoría de ellas no saben que la tienen. Por lo general, desde antes de ser diagnosticado con diabetes tipo 2 (DM2), un paciente ya puede estar presentando afectación de las arterias; entre otros factores de riesgo, debido a que:
- Fuma
- Tiene presión arterial alta.
- Tiene niveles anormales de colesterol.
- Padece enfermedades coronarias.
- Sufrió un ataque del corazón o un derrame cerebral.
- Tiene exceso de peso.
- Es sedentario.
- Es mayor de 50 años.
- Tiene antecedentes familiares de EAP, ataques cardíacos o derrames cerebrales.
Si bien la diabetes mellitus tipo 2 es un factor de riesgo de enfermedad vascular periférica, es importante saber que los pacientes con DM2 pueden evitar la obstrucción o daño de sus vasos sanguíneos periféricos adoptando un estilo de vida saludable que, además, les llevará a alcanzar una mejor calidad de vida no solo en el presente, sino también en el futuro.
¿Cómo reducir el riesgo de EVP?
Hábitos saludables como una alimentación balanceada, ejercicio físico regular y controles médicos frecuentes son vitales para evitar afecciones como la enfermedad vascular periférica, y así poder disfrutar la vida en compañía de nuestros seres más queridos. Por ello, y para conseguir dicho objetivo, es importante —entre otros factores— tener en cuenta y aplicar estas recomendaciones de la Asociación Americana de la Diabetes (ADA):
- Si fuma, hable con su equipo del cuidado de la salud sobre cómo podría dejar de hacerlo.
- Trate de tener una hemoglobina glicosilada igual o menor a 7%.
- Mantenga su presión arterial en menos de 140/80 mm Hg.
- Procure tener niveles de colesterol LDL menores a 100 mg/dl.
- Mantenga una alimentación sana: baja en azúcares, carbohidratos, grasas y sodio; entre otros.
- Realice ejercicio moderado de forma regular; por lo menos 30 minutos diarios, por cinco días a la semana.
- Realice glucometrias periódicamente para un adecuado seguimiento al control de la glucosa en sangre
Referencias
Instituto del Corazón de Texas [sitio Web]. Enfermedad vascular periférica [consultado el 6 de abril de 2020]. Disponible en: https://www.texasheart.org/heart-health/heart-information-center/topics/enfermedad-vascular-periferica/
Sage Journal [sitio Web]. 2016 AHA/ACC Guideline on the Management of Patients with Lower Extremity Peripheral Artery Disease: Executive Summary [publicado el 11 de mayo de 2017; consultado el 6 de abril de 2020]. Disponible en: https://journals.sagepub.com/doi/full/10.1177/1358863X17701592?rfr_dat=cr_pub%3Dpubmed&url_ver=Z39.88-2003&rfr_id=ori%3Arid%3Acrossref.org
Asociación Americana de la Diabetes (ADA) [PDF]. Todo acerca de la enfermedad arterial periférica [publicado en 2009; consultado el 7 de abril de 2020]. Disponible en: https://professional.diabetes.org/sites/professional.diabetes.org/files/media/Todo_acerca_de_la_enfermedad_arterial_periferica.pdf
Instituto de Investigación de la Salud de la Población (PHRI, por sus siglas en inglés) [PDF]. Módulo 3: El Sistema Cardiovascular [publicado el 21 de octubre de 2015; consultado el 7 de abril de 2020]. Disponible en: http://www.phri.ca/hope4/wp-content/uploads/2016/02/Final-3.0_2015-10-21_M%C3%B3dulo-3_E.pdf