Tanto la obesidad como la diabetes tipo 2 son condiciones de salud que están relacionadas y que pueden llegar a afectar de forma seria al organismo humano. La buena noticia es que ambas afecciones pueden prevenirse con un estilo de vida saludable y un plan de alimentación balanceado, entre otros buenos hábitos.
La obesidad es entendida como una afección que ocurre cuando una persona tiene exceso de peso o una acumulación anormal de grasa que representa un peligro latente para su bienestar. Para identificar el sobrepeso o la obesidad en un paciente, se tiene en cuenta su índice de masa corporal (IMC), el cual indica la relación entre el peso y la talla (Peso/Talla2) y, según esto, se calcula si la persona tiene un peso acorde con su edad, sexo y estatura.
La clasificación internacional vigente de la OMS (Organización Mundial de la Salud) para IMC (Índice de masa corporal) es:
PESO |
RESULTADO |
Peso bajo |
Menos 18.5 |
Peso normal |
18.5 - 24.9 |
Sobrepeso |
25.0 - 29.9 |
Obesidad grado I |
30.0 - 34.9 |
Obesidad grado II |
35.0 - 39.9 |
Obesidad grado III |
Más de 40 |
La obesidad se constituye en uno de los principales factores de riesgo asociados a la diabetes tipo 2 (DM2), una enfermedad metabólica que aparece cuando el cuerpo utiliza de forma ineficaz la insulina, o la produce en muy bajas cantidades. La DM2 representa la mayoría de los casos mundiales de diabetes y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se debe en gran medida a un peso corporal excesivo y a la inactividad física.
Aunque los síntomas de la diabetes tipo 2 pueden ser similares a los de la diabetes tipo 1, suelen ser menos identificables. Por tal razón es que, precisamente, la enfermedad es diagnosticada en la mayoría de los casos cuando tiene varios años de evolución y sus complicaciones ya han empezado a aparecer.
Hasta hace poco tiempo, la DM2 —cuyo diagnóstico también puede estar relacionado con factores hereditarios— solía aparecer de los 45 años en adelante, pero en los últimos años es una afección que también se manifiesta en niños y jóvenes, debido a hábitos alimenticios poco saludables y al sedentarismo que impera en las sociedades actuales.
Las cifras hablan por sí solas. Según la OMS, en 2016, 41 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso u obesidad. Ese mismo año, había más de 340 millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) diagnosticados con obesidad. Ante este panorama, es importante tener en cuenta una serie de recomendaciones básicas que hacen los profesionales de la salud con el objetivo de reducir el riesgo de sobrepeso, lo que a su vez minimiza las posibilidades de que una persona presente diabetes tipo 2.
Prevención
Las medidas para prevenir la aparición tanto de la obesidad como de la diabetes tipo 2 son sencillas y guardan relación principalmente con un estilo de vida saludable en todos los sentidos. Tome nota y ponga en práctica las siguientes recomendaciones que hace la Organización Mundial de la Salud para evitar la obesidad y la diabetes tipo 2:
- Alcance y mantenga un peso corporal saludable.
- Manténgase activo físicamente. Realice al menos 30 minutos de ejercicio de intensidad moderada cinco días de la semana.
- Elimine o limite en su plan de alimentación el consumo de azúcar y grasas saturadas. Una alimentación saludable le ayudará a conseguir y mantener el bienestar integral.
- Aumente el consumo de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos; entre otros alimentos sanos
- Evite el consumo de tabaco. Este aumenta el riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares, entre otras.
Referencias
Organización Mundial de la Salud [sitio Web]. Obesidad y sobrepeso [publicado el 16 de febrero de 2018; consultado el 8 de julio de 2019]. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/obesity-and-overweight
Organización Mundial de la Salud [sitio Web]. Diabetes [publicado el 30 de octubre de 2018; consultado el 8 de julio de 2019]. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/diabetes