En la búsqueda de bienestar integral y calidad de vida a largo plazo, son diversas las recomendaciones que se deben seguir. Y más cuando hablamos de la prevención o el tratamiento de enfermedades crónicas como la hipertensión y la diabetes.
La hipertensión (presión arterial alta o elevada) se entiende como un trastorno en el que los vasos sanguíneos presentan una tensión frecuentemente alta, que pone en riesgo el buen estado de los mismos. Por su parte, la diabetes —que se da en tres formas: tipo 1, tipo 2 y gestacional— es una condición metabólica que se caracteriza por niveles elevados de glucosa en la sangre y que, de no ser tratada de la forma debida, puede derivar en serias complicaciones de salud a futuro, tales como nefropatía (daño en los riñones) y retinopatía (daño en los vasos sanguíneos de la retina), entre otras.
Según la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés), la diabetes además aumenta el riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca. Así, quienes presentan esta enfermedad crónica tienden a desarrollar hipertensión y aterosclerosis, debido a sus niveles elevados de lípidos en la sangre.
Aunque la diabetes es tratable, incluso cuando los niveles de glucosa están bajo control, se constituye en un factor de riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. Según la AHA, esto se debe a que las personas con diabetes, en particular con la tipo 2, pueden tener las siguientes condiciones que contribuyen al riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares: hipertensión, colesterol anormal y triglicéridos altos, obesidad, sedentarismo, y diabetes, entre otros.
Para preservar la salud cardiovascular en general, la AHA recomienda al menos 150 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada por semana. Hay que tener en cuenta que la presión arterial no controlada es uno de los principales factores de riesgo para desarrollar insuficiencia cardíaca. La razón: cuando la presión en los vasos sanguíneos es demasiado alta, el corazón debe bombear más fuerte de lo normal para mantener la circulación sanguínea; lo cual afecta al corazón y, con el tiempo, hace que las cámaras sean más grandes y débiles.
A mayor tensión arterial, mayor es el esfuerzo que debe realizar el corazón para bombear la sangre y, por ende, aumenta el riesgo no solo de daño al corazón, sino también a los vasos sanguíneos de otros órganos vitales como los riñones y el cerebro. Según la AHA, diversos estudios han encontrado una asociación positiva entre la hipertensión y la resistencia a la insulina; lo que indica que el riesgo de enfermedad cardiovascular se duplica cuando los pacientes tienen hipertensión y diabetes, la cual es, de por sí, una combinación común.
Lo más importante es saber que dicha combinación común se puede tratar de forma satisfactoria, siempre y cuando el paciente tenga en cuenta las recomendaciones de su médico; entre las cuales se encuentra el automonitoreo, además de otras indicaciones relativas al uso apropiado de los medicamentos y a llevar un estilo de vida saludable que incluya una alimentación balanceada y actividad física regular.
Para el manejo eficaz de la hipertensión, es vital que el paciente se realice con frecuencia mediciones en casa. Conocer su estado le permitirá hacer las respectivas modificaciones en su plan de alimentación y actividad física, así como realizar el ajuste de dosis de medicamentos, según lo recomiende su médico. El principal objetivo es que la presión arterial oscile dentro del rango normal en adultos: 120 mm Hg —cuando el corazón late, tensión sistólica— y 80 mm Hg —cuando el corazón se relaja, tensión diastólica—.
De igual forma, la diabetes se puede tratar manteniendo una dieta equilibrada, realizando ejercicio moderado, cumpliendo con las dosis indicadas de los respectivos medicamentos —según sea el caso— y monitoreando frecuentemente los niveles de glicemia (glucosa en la sangre), los cuales deben estar entre 70 mg/dl y 100 mg/dl en ayunas.
Referencias
Organización Mundial de la Salud [Sitio Web]. Preguntas y respuestas sobre la hipertensión [publicado en septiembre de 2015; consultado el 9 de enero de 2020]. Disponible en: https://www.who.int/features/qa/82/es/
Asociación Americana del Corazón [Sitio Web]. Cardiovascular Disease and Diabetes [publicado el 30 de agosto de 2015; consultado el 10 de enero de 2020]. Disponible en: https://www.heart.org/en/health-topics/diabetes/why-diabetes-matters/cardiovascular-disease--diabetes
Asociación Americana del Corazón [Sitio Web]. No basta con tomarse la presión arterial: debe tomársela correctamente [Publicado el 13 de noviembre de 2017; consultado el 10 de enero de 2020]. Disponible en: https://newsarchive.heart.org/no-basta-con-tomarse-la-presion-arterial-debe-tomarsela-correctamente/