Una de las principales características de la diabetes es la tendencia al aumento de glucosa en la sangre (hiperglicemia), la cual debe ser tratada o prevenida de forma frecuente y oportuna, para evitar que ocasione serias complicaciones tanto a corto como a mediano o largo plazo.
La diabetes es una enfermedad crónica en la que los niveles de azúcar en la sangre (glicemia) tienden a elevarse debido a defectos en la absorción de la glucosa por los órganos y tejidos derivado de la inadecuada función de la insulina (hormona producida en el páncreas encargada de favorecer/permitir la absorción de glucosa) ocasionando lo que se conoce como hiperglicemia.
En las personas con diabetes mellitus, son diversas las variables que pueden contribuir a que se produzca la hiperglicemia, algunas de las principales son: una inadecuada elección de los alimentos; el sedentarismo; presentar otras enfermedades crónicas, además de la diabetes; o dejar de consumir o aplicarse los medicamentos indicados (antidiabéticos orales o insulina, según el caso) para el tratamiento de la diabetes; entre otros.
Tenga en cuenta que otros factores de riesgo como el estrés pueden ocasionar hiperglicemia, debido a que las hormonas que el cuerpo produce para combatir dicho estado (cortisol y otras) también pueden derivar en el aumento de sus niveles de azúcar en la sangre.
Cuando en una persona los valores de glicemia superan los 126 mg/dl (miligramos por decilitro de sangre) en ayunas y los 200 mg/dl dos horas después de una carga de glucosa; se entiende que presenta diabetes. Ya en un paciente diagnosticado con diabetes, por lo general, la hiperglicemia no causa síntomas sino hasta que los niveles de glucosa en la sangre se elevan de forma considerable; es decir, que alcanzan valores por encima de los 240 mg/dl más o menos. En pacientes diagnosticados con diabetes, se hace muy necesario ser estrictos en el control de la hiperglicemia porque puede derivar en urgencias como un coma hiperglicémico.
Es importante que usted sepa identificar los síntomas usuales de la hiperglicemia para que pueda tratarlos de forma inmediata y evite sus posibles complicaciones tanto a corto como a largo plazo —entre estas, la cetoacidosis diabética o, si persiste la hiperglicemia por prolongados períodos de tiempo: afecciones en los ojos (retinopatía), los riñones (nefropatía), los nervios (neuropatía) y el corazón (cardiopatía); entre otras—. Atienda las siguientes señales a tiempo y consulte a su médico si presenta:
- Orina frecuente
- Aumento de sed
- Visión borrosa
- Fatiga o cansancio
- Dolor de cabeza
- Hambre exagerada
- Pérdida de peso
Referencias
American Diabetes Association [sitio Web]. Hyperglycemia (High Blood Glucose) [consultado el 10 de marzo de 2020]. Disponible en: https://www.diabetes.org/diabetes/medication-management/blood-glucose-testing-and-control/hyperglycemia
Revista de la ALAD (Asociación Latinoamericana de Diabetes) [PDF]. Guías ALAD sobre el Diagnóstico, Control y Tratamiento de la Diabetes Mellitus Tipo 2 con Medicina Basada en Evidencia Edición 2019 [consultado el 9 de marzo de 2020]. Disponible en: http://www.revistaalad.com/guias/5600AX191_guias_alad_2019.pdf
Organización Panamericana de la Salud [PDF]. Guía de Diagnóstico y Manejo (18) / Parte II: Hiperglucemia Diabetes Mellitus [consultado el 10 de marzo de 2020]. Disponible en: http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/gericuba/guia18.pdf