El control de la diabetes depende, en buena parte, del paciente y los cuidados que lleve con su tratamiento. Y el éxito del tratamiento depende de que él entienda y conozca cómo llevarlo a cabo. Por eso, es importante que usted como médico pueda enseñarle cómo aplicar la insulina, cuándo hacerlo y en qué sitios. ¡Acompáñenos con esta revisión!
Cómo aplicar la insulina de forma correcta
Es importante que la insulina se coloque en el tejido celular subcutáneo (la grasa debajo de la piel) para que pueda hacer su efecto. La técnica para aplicar la insulina es (1):
- Limpiar el área de la piel con agua y jabón. Procure no usar alcohol.
- Pellizcar la piel donde se colocará la inyección.
- Introducir la aguja en su totalidad con una posición de 45°.
- Administrar la insulina de forma constante y lenta.
- Luego de que haya pasado todo el fármaco, esperar 5 segundos antes de retirar la aguja.
- No masajear el área inyectada.
Algunas consideraciones básicas a tener en cuenta sobre cómo aplicar la insulina son (1):
- No mezcle dos tipos de insulina en una misma dosis.
- Revise a detalle el área a inyectar. No aplique el medicamento sobre piel lastimada, infectada, que presente cicatrices o bultos.
- No se exceda de la dosis de insulina.
- Procure no reutilizar las jeringas.
Sitios de aplicación
Además de conocer la técnica de cómo aplicar la insulina, es importante aprender a seleccionar el área a inyectar. Por ejemplo (2):
- El área de la barriga representa el sitio de mayor absorción.
- Las inyecciones en los brazos se absorben bastante rápido.
- La insulina que se inyecta en los muslos o las nalgas se absorbe con menor rapidez.
Por qué rotar los sitios de aplicación
Aplicar la insulina en el mismo lugar puede alterar la absorción del medicamento y repercutir de forma negativa en el control de la glicemia. También puede generar cambios en la piel del paciente, siendo el más común la lipodistrofia. Este es un acúmulo anormal de tejido graso en el sitio de inyección de la insulina (2).
Por eso, es necesario ayudar al paciente a crear una rutina estricta que le permita controlar los sitios de inyección y no repetirlos. Lo ideal es seleccionar un segmento corporal, inyectar de forma ordenada cada 2,5 centímetros hasta cubrir toda el área y luego rotar la zona (2).
Complicaciones por usar una técnica inadecuada
La aplicación errónea de la insulina puede acarrear complicaciones locales (en el área de inyección) o sistémicas (3):
- Las dosis insuficientes pueden causar descompensaciones y el desarrollo de una cetoacidosis diabética.
- El exceso de insulina puede provocar
- Una mala técnica de inyección puede ocasionar lesiones en la piel e infecciones.
- Si no se rotan los sitios de inyección, puede aparecer tejido cicatricial o lipodistrofia. Ambas cosas alteran la absorción de la insulina.
Los pacientes que saben cómo aplicar la insulina pueden llevar un mejor control de su diabetes. Por eso es importante que le explique al suyo a detalle cómo inyectarse y calcular las dosis.
Referencias
- Wisse B, Zieve D. Aplicar una inyección de insulina. MedlinePlus, 19 de agosto del 2018. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000660.htm
- Bahendeka S, Kaushik R, Swai AB, Otieno F, Bajaj S, Kalra S, Bavuma CM, Karigire C. Directrices de EADSG: almacenamiento de insulina y optimización de la técnica de inyección en el tratamiento de la diabetes. Terapia de la diabetes: investigación, tratamiento y educación de la diabetes y trastornos relacionados. 2019;10 (2), 341–366. Disponible en: https://doi.org/10.1007/s13300-019-0574-x
- Hirsch LJ, Strauss KW. The Injection Technique Factor: What You Don't Know or Teach Can Make a Difference. Clinical diabetes: a publication of the American Diabetes Association. 2019; 37(3), 227–233. Disponible en: https://doi.org/10.2337/cd18-0076