Los pacientes que presentan esta condición crónica deben seguir una serie de consejos para prevenir complicaciones de la enfermedad tales como el pie diabético. El primer paso para evitar esta afección es saber escoger el calzado; aquí le decimos cómo.
A lo largo de la enfermedad, las personas con diabetes mellitus corren el riesgo de padecer diversas afecciones; entre estas, mala circulación y pérdida de sensación en los pies (neuropatía periférica). Dichos factores pueden privar a los pacientes de sentir o advertir que tienen cortaduras, ampollas o llagas, lo que a futuro puede promover la aparición de úlceras o infecciones que, de ser graves, deriven en graves consecuencias como la amputación de miembros inferiores.
Las personas con diabetes –una afección crónica caracterizada por la ausencia de insulina o la incapacidad del cuerpo para utilizarla– pueden prevenir las amputaciones de piernas y pies implementando estrategias y hábitos simples y prácticos. Para evitar complicaciones, es fundamental que los pacientes adopten medidas preventivas como realizar revisiones diarias de sus pies y hacerse ver con frecuencia por un especialista.
Además, es importante que las personas con diabetes mantengan rutinas sencillas y sigan ciertas recomendaciones como:
- Usar zapatos cómodos
- Revisar el interior de su calzado antes de ponérselo
- No andar descalzo (y menos por fuera de casa)
- Mantener la higiene de los pies
- Cuidar bien la piel y las uñas
Aunque puedan llegar a parecer exageradas, cada una de estas indicaciones tiene un objetivo claro: evitar al máximo cualquier tipo de complicación en los pies.
A la hora de comprar zapatos…
Para prevenir afecciones en los pies, es esencial que las personas con diabetes tengan en cuenta estas indicaciones, antes, durante y después del momento en que escojan el nuevo calzado que usarán:
- Mida sus pies periódicamente, dado que su tamaño puede cambiar con el tiempo.
- No compre zapatos en horas tempranas del día, debe saber que los pies pueden hincharse y modificar su talla a lo largo de la jornada.
- Pruébese los zapatos con las medias que usaría si los comprara. Así podrá asegurarse de que encajen en sus pies de forma correcta.
- Compruebe que la distancia entre el dedo más largo de su pie y la punta del zapato sea la mitad del ancho de su pulgar.
- Es preferible que los zapatos sean de cuero suave, pues con el tiempo pueden estirarse.
- Opte por una superficie acolchada sobre una suela delgada de cuero, dado que en conjunto estas tienen una mejor absorción de impactos.
Tras la adquisición de un nuevo par de zapatos, los especialistas recomiendan dividir su uso durante determinado período de tiempo. En ese sentido:
- La primera vez, debe utilizarlos por cuestión de una o dos horas, y después revisar sus pies para corroborar que no haya cortes o ampollas.
- Al día siguiente, úselos de tres a cuatro horas, y continúe bajo ese esquema –aumentando el tiempo continuo de uso– hasta sentirse del todo cómodo con ellos.
Referencia:
Artículo basado en información del Joslin Diabetes Center y la División de Podología del Beth Israel Deaconess Medical Center (BIDMC) - Boston, Estados Unidos.