La diabetes es una enfermedad crónica que requiere de ciertos cuidados para garantizar el bienestar de quienes la presentan, tanto a corto, como a mediano y largo plazo. Una de las principales recomendaciones que hacen los especialistas tras su diagnóstico es la realización del ejercicio, en tanto que éste representa grandes beneficios para el organismo, algunos de los cuales le invitamos a conocer aquí.
Cuando el páncreas no produce insulina (hormona que regula el azúcar en la sangre) suficiente o el organismo no emplea de forma eficaz la insulina producida, aparece la diabetes, una afección metabólica que —de no ser controlada— deriva en la hiperglicemia (aumento de azúcar en la sangre), condición capaz de deteriorar con el tiempo diversos órganos y sistemas del cuerpo humano de forma severa.
Para evitar que ello suceda, es importante que el paciente con diabetes mellitus se disponga a cuidarse sabiendo que se ha demostrado que medidas simples relacionadas con un estilo de vida saludable son eficaces tanto en la prevención como en el tratamiento de la diabetes (en especial, la diabetes tipo 2 (DM2)). Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para ayudar a prevenir la DM2, retrasar su aparición o evitar sus complicaciones, las personas deben:
- Alcanzar y mantener un peso corporal saludable.
- Mantenerse activas físicamente: 150 minutos de actividad regular (ejercicio) de intensidad moderada a la semana.
- Consumir una dieta saludable, que evite o reduzca al máximo la ingesta del azúcar y las grasas saturadas.
- Evitar el consumo de tabaco, debido a que aumenta el riesgo de sufrir diabetes y enfermedades cardiovasculares, entre otras.
Beneficios de hacer ejercicio
El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y del Riñón (NIH, por sus siglas en inglés) señala que el ejercicio provee grandes beneficios al organismo, teniendo en cuenta que este puede:
- Bajar el nivel de azúcar en la sangre y la presión arterial.
- Bajar el nivel de colesterol malo y aumentar el nivel de colesterol bueno.
- Mejorar la capacidad del cuerpo para usar la insulina.
- Mantener fuertes el corazón y los huesos.
- Mantener las articulaciones flexibles.
- Reducir el riesgo de caerse.
- Ayudarle a bajar de peso.
- Reducir la cantidad de grasa corporal.
- Aumentar la energía.
- Reducir los niveles de estrés.
Tipos de ejercicio
Para alcanzar el logro de un bienestar integral y conseguir que su glicemia (azúcar en la sangre) oscile dentro del rango normal (de 70 mg/dl a 100 mg/dl en ayunas), el NIH recomienda varios tipos de ejercicios que pueden representar un aporte positivo para nuestra salud en general:
- ejercicios aeróbicos (caminar, trotar, nadar, bailar, entre otros);
- ejercicios de fuerza muscular (con pesas de mano, bandas elásticas o máquinas de levantamiento de peso);
- o ejercicios de estiramiento (aumentan la flexibilidad y reducen el estrés).
Por otra parte, el simple hecho de incluir más actividades físicas —entendiendo estas como todo movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exige gasto de energía— en su rutina diaria ya es, de por sí, un primer paso para mantenerse activo y saludable. Así, haciendo a un lado el sedentarismo, las calorías que quema durante la semana podrían ser más si probara lo siguiente —u otras actividades sanas que sean de su interés—:
- Camine mientras habla por teléfono.
- Juegue con los niños.
- Saque a pasear al perro.
- Levántese para cambiar el canal de televisión en vez de usar el control remoto.
- Trabaje en el jardín o barra las hojas de su patio o terraza.
- Limpie la casa; lave su carro.
- Use las escaleras en vez del ascensor.
- Estírese o camine durante los descansos, en vez de ir por comida.
Tenga en cuenta, además, que “la actividad física no debe confundirse con el ejercicio”, según lo afirma la OMS. El ejercicio se define como una variedad de actividad física planificada, estructurada, repetitiva y realizada con un objetivo enfocado en la mejora o el mantenimiento de uno o más componentes de la aptitud física. Así, la actividad física no solo abarca el ejercicio, sino también otras acciones que implican movimiento corporal y hacen parte de múltiples momentos de la vida cotidiana: el juego, el trabajo, las formas de transporte activas, las tareas domésticas y demás actividades recreativas.
¿Cuándo debe hacer ejercicio?
Cada persona tiene un metabolismo distinto, lo que implica que los horarios para realizar el ejercicio dependan, por un lado, del criterio de su médico tratante y, por otro, de su propia experiencia en el desarrollo de su ejercicio preferido. Entre usted y los profesionales de la salud está entonces la tarea de tomar la decisión más acertada respecto a la hora en la que debe practicar dicha actividad. En tal sentido, tenga en cuenta:
- Su rutina diaria, pues es importante elegir el momento del día que mejor se ajuste a sus necesidades y ocupaciones.
- Las horas de sus comidas, dado que los alimentos (en especial los carbohidratos) afectan el nivel de azúcar en la sangre.
- Cuando toma o se aplica sus medicamentos para la diabetes (antidiabéticos orales o insulina inyectada en el tejido celular subcutáneo, respectivamente), en razón de que estos también inciden en su nivel de glicemia.
Referencias
National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIH) [PDF]. Lo que usted debe saber sobre la actividad física y la diabetes [publicado en agosto de 2013; consultado el 19 de marzo de 2020]. Disponible en: file:///C:/Users/Usuario/Downloads/PhysicalActivity-SPAN_508.pdf
Organización Mundial de la Salud (OMS) [sitio Web]. Diabetes [publicado el 30 de octubre de 2018; consultado el 19 de marzo de 2020]. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/diabetes