Un estudio desarrollado en la Universidad Estatal de Nueva York (SUNY, por sus siglas en inglés) reveló que ciertos alimentos influyen de forma distinta en el estado de ánimo y la salud mental de los adultos jóvenes y de los mayores.
No es un secreto decir que la forma como nos alimentamos produce un impacto importante en nuestra salud integral. Incluso, en las últimas décadas ya se ha hablado de que lo que comemos repercute de manera significativa en el estado de nuestra mente. Recientemente, una investigación de la SUNY en Binghamton arrojó que la incidencia de determinados alimentos en el bienestar psicológico de las personas depende, en gran medida, de los años de vida que esta tenga.
Nuestro cerebro cambia con los años
Estudios anteriores han sugerido que alimentos como carnes, frutas y verduras tienen la capacidad de mejorar el estado de ánimo y de optimizar la salud mental de los seres humanos. Alrededor de este tema son muchas las observaciones científicas que se han hecho, entre las cuales se indica que: en cuestión de dos semanas, aumentar la ingesta de frutas y verduras podría generar bienestar psicológico; o, que existe un vínculo directo entre la ingesta de carne roja y la disminución del riesgo de depresión.
Sin embargo, no se había hablado antes de que la estructura del cerebro se va modificando con los años y que, en tal sentido, los factores dietéticos pueden incidir en la salud mental de los adultos jóvenes y los maduros de diferente manera. Según sustentan los investigadores, la maduración del cerebro “puede no completarse hasta los 30 años”, lo cual podría servir para explicar el control emocional, la mentalidad y la resiliencia diferencial entre estas dos poblaciones.
Analizando el vínculo entre la dieta, el ejercicio y la angustia mental en un grupo de adultos jóvenes (de 18 a 29 años) y otro de adultos maduros (de 30 años en adelante), los autores descubrieron que una mayor ingesta de carne roja y de aves de corral aumenta en los adultos jóvenes, mas no en los maduros, los niveles de sustancias químicas estimulantes como la serotonina y la dopamina –neurotransmisores vitales para regular las emociones, el apetito y el estado de ánimo–.
Según los investigadores, para optimizar el bienestar mental, el nivel de maduración cerebral y los cambios relacionados con la edad en la morfología y las funciones del cerebro “pueden requerir ajustes dietéticos”.
La investigación demostró que los adultos maduros que no consumen alimentos ricos en carbohidratos y bebidas como el café, tienen una mejor salud mental. Según Lina Begdache, Profesora asistente de Estudios de Salud y Bienestar en Binghamton y coautora del estudio, a medida que envejecemos, “nuestra capacidad para regular el estrés disminuye; por tal razón, si comemos alimentos que activan la respuesta al estrés, es más probable que experimentemos problemas mentales".
