La también llamada HbA1c es una prueba de laboratorio que se emplea para el diagnóstico y el control de la diabetes mellitus tipo 1 y tipo 2. Este análisis indica el nivel de glicemia (azúcar en sangre) promedio en los últimos dos o tres meses (de 8 a 10 semanas) y, de forma específica, taza el porcentaje de hemoglobina ―proteína que se encuentra en los glóbulos rojos y que transporta oxígeno― que está recubierta de glucosa, es decir, glicosilada.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la HbA1c es una medición a largo plazo del metabolismo de la glucosa, por lo que es importante su realización periódica en el tratamiento de la diabetes mellitus (DM).
Este indicador esencial en el monitoreo del control de la glicemia permite conocer el nivel de riesgo que un paciente con diabetes mellitus tiene, en razón a lo elevada o no que su HbA1c pueda estar. Así, se muestra una relación inversamente proporcional en la que, en la medida en que dicho nivel sea más alto, se evidencia que es menor el control del azúcar en la sangre de una persona con DM.
¿Por qué es importante realizar esta prueba?
La importancia de realizar la prueba de HbA1c radica en varios factores:
- La HbA1c permite al médico tratante identificar y confirmar el diagnóstico de diabetes mellitus tipo 1 o tipo 2, la cual solo se solicita en los casos en que se encuentren alterados los resultados de otras pruebas como la de glucosa en sangre en ayunas o la prueba de tolerancia a la glucosa pre y postprandial.
- La hemoglobina glicosilada permite hacer un seguimiento más adecuado del plan de tratamiento para la diabetes, en el cual participan tanto el médico tratante, como el paciente, y cuyo resultado devela el control glicémico que se está llevando de una forma más precisa que con la glucometría y las glicemias en ayunas.
La frecuencia con la que una persona debe realizarse la HbA1c, que permite valorar el control glicémico, dependerá de cada caso en particular.
¿Cómo entender el resultado?
A través de estudios clínicos se ha identificado que la relación entre la HbA1c y el riesgo de complicaciones crónicas es lineal. Por ende, se recomienda a las personas con diabetes mellitus trazar como objetivo una HbA1c lo más cercana a 6.5% o 7% (no mayor a este nivel), para preservar su salud y bienestar integral en tiempo presente y futuro. Tenga en cuenta que sus objetivos glicémicos no deben ser tomados como metas rígidas, sino como un proceso flexible, conforme a cada persona y a sus condiciones de vida.
Referencias
Organización Mundial de la Salud [PDF]. Diagnóstico y Monitorización de la Diabetes Mellitus desde el Laboratorio [publicado en 2003; consultado el 12 de junio de 2020]. Disponible: https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/42642/9241590483_spa.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Clínica Mayo [sitio Web]. Prueba de A1C [publicado el 23 de febrero de 2019; consultado el 12 de junio de 2020]. Disponible en: https://www.mayoclinic.org/es-es/tests-procedures/a1c-test/about/pac-20384643
Centro de Enfermedades Renales e Hipertensión Arterial (CEREHA) [PDF]. Hemoglobina glicada (HbA1c). Utilidad y limitaciones en pacientes con enfermedad renal crónica [aprobado el 19 de febrero de 2018; consultado el 12 de junio de 2020]. Disponible en: file:///C:/Users/Usuario/Downloads/300-1138-1-PB.pdf