¿Cómo es el proceso tras el diagnóstico de la diabetes? ¿Cuáles son algunos de sus principales desafíos que debemos enfrentar? Son algunas de las preguntas que se hacen los pacientes desde el momento en que el profesional de la salud le dice “usted tiene una enfermedad llamada diabetes”.
La diabetes mellitus (DM) es una afección crónica que se desencadena cuando el organismo pierde la capacidad de producir suficiente insulina o de utilizarla de forma eficaz. Ante esto, el cuerpo no procesa la glucosa adecuadamente, por lo que ésta queda circulando en la sangre, ocasionando hiperglicemia (nivel elevado de azúcar en la sangre). Con el paso del tiempo, la hiperglicemia tiende a dañar los tejidos corporales, lo que a futuro puede originar diversas complicaciones ―agudas o crónicas―.
Cuando el médico le anuncia al paciente que padece diabetes ―ya sea tipo 1, tipo2 o gestacional―, inicia lo que podría llamarse una “nueva vida” para esa persona que, en adelante, deberá seguir una serie de indicaciones para mantener su salud y preservar su bienestar tanto a corto, como mediano y largo plazo.
Dependiendo no solo del tipo de diabetes, sino también de cada persona y sus circunstancias particulares de vida (contexto socioeconómico, estado psicológico y emocional, y actividades habituales, entre otros), cada paciente debe ajustarse a un plan o tratamiento de forma permanente ―el cual puede ser modificado en tanto que el profesional de la salud lo considere pertinente―.
¿Cómo se diagnostica la DM?
Según el Instituto Nacional de Enfermedades Digestivas y del Riñón (NIDDK, por sus siglas en inglés), mientras los síntomas de la diabetes tipo 1 pueden aparecer rápidamente, en cuestión de semanas, en la diabetes tipo 2 éstos pueden progresar muy despacio e, incluso, ser tan leves que ni siquiera alcancen a notarse a lo largo de varios años.
Algunos de los principales síntomas de diabetes son: aumento de la sed (polidipsia), orinar frecuente y abundantemente (poliuria) y aumento del apetito (polifagia); fatiga y visión borrosa; entumecimiento y hormigueo en manos y pies; úlceras que no cicatrizan o tardan mucho en hacerlo; y pérdida de peso sin razón aparente; entre otras.
Cuando se presentan varios de los síntomas mencionados, es importante precisar a través de exámenes médicos si, efectivamente, se trata de diabetes. Según la Asociación Latinoamericana de Diabetes (ALAD), para realizar el diagnóstico de la diabetes mellitus se puede emplear cualquiera de los siguientes criterios:
- Síntomas de diabetes, más una glicemia casual ―a cualquier hora del día sin relación con el tiempo transcurrido desde la última comida― medida en plasma venoso que sea igual o mayor a 200 mg/dl.
- Glicemia en ayunas ―un período sin ingesta calórica de por lo menos ocho horas― medida en plasma venoso que sea igual o mayor a 126 mg/dl.
- Glicemia medida en plasma venoso que sea igual o mayor a 200 mg/dl, dos horas después de una carga de 75 g de glucosa durante una prueba de tolerancia oral a la glucosa (PTOG).
- Una HbA1c (hemoglobina glicosilada) mayor o igual a 6.5%, empleando una metodología trazable al estándar NGSP (National Glycohemoglobin Standardization Program).
¿Qué sigue tras el diagnóstico?
Es importante que una vez recibido el diagnóstico de diabetes, el paciente no asuma la enfermedad como una ‘tarea’ imposible o, lo que es peor, como una sentencia que le bloqueará o le hará más difícil, en muchos sentidos, el camino hacia una vida plena y feliz. Aun con diabetes, una persona puede realizar múltiples actividades y lograr un desarrollo integral en todas sus formas.
Y para lograr ese objetivo, es necesario mantener una actitud positiva frente a la vida y el autocontrol suficiente como para cumplir en lo posible con todas las metas trazadas en materia de salud bajo la supervisión de su médico tratante. La vida después del diagnóstico incluye visitas frecuentes al médico (controles que deben hacerse de forma regular cada tres meses, por lo general), eventuales urgencias médicas e, incluso, hospitalizaciones ocasionales ―las cuales pueden reducirse o evitarse significativamente con un manejo adecuado de la enfermedad―.
Como en todo encuentro con lo desconocido o no experimentado, es de gran utilidad y beneficio para el paciente rodearse de su familia y de personas que le ayuden a fortalecer el ánimo y que le acompañen en el proceso de adaptación a su “nueva vida”, en la cual deberá seguir, entre otras recomendaciones: una alimentación saludable o balanceada, realizar ejercicio físico regular o moderado, aplicarse insulina o tomar los medicamentos indicados para el tratamiento de la diabetes, realizarse el automonitoreo en casa de los niveles de azúcar con el glucómetro y evitar o manejar el estrés de la mejor forma posible.
Recomendaciones generales - ¿Cómo aceptar el diagnóstico? ----› (Ver segunda entrega de Diabetes: vida después del diagnóstico)
Referencias
Revista de la ALAD [PDF]. Guías ALAD sobre el Diagnóstico, Control y Tratamiento de la Diabetes Mellitus Tipo 2 con Medicina Basada en Evidencia Edición 2019 [publicado en 2019; consultado el 27 de abril de 2020]. Disponible en: http://revistaalad.com/guias/5600AX191_guias_alad_2019.pdf
Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y del Riñón [sitio Web]. Síntomas y causas de la diabetes [publicado en noviembre de 2016; consultado el 27 de abril de 2020]. Disponible en: https://www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-salud/diabetes/informacion-general/sintomas-causas